miércoles, 9 de abril de 2008

El Partido Socialista en la Revolución Chilena



1 Archivos Salvador Allende

Adonis Sepúlveda Acuña
Nuestra estrategia descarta de hecho la vía electoral como método para alcanzar nuestro objetivo de
toma del poder. ¿Significa esto abandonar las elecciones y propiciar el abstencionismo por
principios? Debemos clarificar este problema sobre el cual, consciente o inconscientemente, se hace
tanta oscuridad.
Un partido revolucionario, que realmente es tal, les dará un sentido y un carácter revolucionario a
todos sus pasos, a todas sus acciones y tareas que emprenda y utilizará para estos fines todos los
medios que permitan movilizar las masas. Atengámonos a un ejemplo histórico: los bolcheviques
utilizaron siempre los elecciones, aunque en situaciones concretas, les declararon el boicot, luchando
activamente para que el pueblo no participara en ellas Lenin se rió del cretinismo antiparlamentario
de los anarquistas, pero a la vez fustigó con violencia inusitada el parlamentarismo burgués, la lucha
electoral sin principios y sin programa, por conquistar votos o cargos. La acción parlamentaria
separada de la lucha por la revolución no tenía sentido para él. ¿Significa esto que los bolcheviques
estaban por la "vía insurreccional" en contraposición a la "vía electoral"? No, a ellos no les cabía
mentalmente separar el fondo de la forma, su esencia revolucionaria de su acción práctica. Es decir,
para ellos había una sola vía: la revolucionaria, expresada en todos sus métodos y acciones. Ahora, si
se trata de responder si es posible conquistar el poder por la vía electoral, entendiendo por esto la
instauración de un gobierno obrero que expropie los medios de producción de la burguesía, para
organizar una sociedad socialista indudablemente, tanto la historia del movimiento obrero como los
principios marxistas dicen categóricamente que no es posible y que una política de este orden sólo
sirve para sembrar falsas ilusiones en los trabajadores. Pero si se trata de utilizar las elecciones para
movilizar las masas, impulsándolas a la lucha revolucionaria y a la insurrección, se estará usando
correctamente un método marxista. Las condiciones concretas determinarán en cada caso las
posibilidades de desarrollar de la mejor manera posible la lucha de clases en todos los terrenos.
Usemos otro ejemplo histórico: los bolcheviques se tomaron el poder en los momentos en que
empezaba a funcionar la "Asamblea Constituyente" que ellos habían exigido y era parte de su
programa y cuyos diputados habían sido elegidos por el pueblo después de la caída del zar y entre los
cuales había una gran cantidad de bolcheviques. Como esa Asamblea le iba a dar forma a una
república democrático-burguesa, con el apoyo del pueblo armado, simplemente la disolvieron para
darle vida a un gobierno de obreros, soldados y campesinos. Es decir, los bolcheviques supieron
utilizar los mecanismos burgueses para la revolución, pero jamás encerraron la revolución en esos
mecanismos.
Afirmamos que es un dilema falso plantear si debemos ir por la "vía electoral" o la "vía
insurreccional". El partido tiene un objetivo, y para alcanzarlo deberá usar los métodos y los medios
que la lucha revolucionaria hagan necesarios. La insurrección se tendrá que producir cuando la
dirección del movimiento popular comprenda que el proceso social, que ella misma ha impulsado, ha
llegado a su madurez y se disponga a servir de partera de la revolución.

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